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Escocia es uno de los países de Europa que cuenta con mayor cantidad de zonas verdes en sus urbes más importantes. Y como Edimburgo es una de ellas, no podíamos dejar de mencionar el gran atractivo turístico que significa el Real Jardín Botánico local, que para comenzar, cuenta con casi 30.000 hectáreas de extensión.

Este sitio, que más allá de ser una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, también nuclea una institución que se desarrolla en la investigación botánica, fue fundado originalmente alrededor del año 1670, aunque por entonces se le consideraba un “physic garden”, es decir, un jardín donde se cultivaban plantas medicinales.

En la actualidad, y debido a la increíble cantidad de espacio que ocupa, y para que no sea tan difícil poder recorrerlo en su totalidad, el jardín ha sido dividido en cuatro zonas bien diferenciadas, las cuales se denominan respectivamente Edimburgo,Dawyck, Logan y Benmore, cada una con una serie de plantas que pertenecen a especies con características comunes.

Hay que destacar también que este sitio cuenta con una gran ventaja con respecto a las visitas que puede recibir, y es el hecho de que se encuentra abierto todos los días del año, con un precio por persona el boleto de entrada de 3 libras y media para los invernaderos, mientras que el resto del lugar es de acceso gratuito.

Vía: Edimburgo
Imagen: Trivago

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