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Maggie Keswick Jenks puede no ser un nombre que rápidamente nos remita a algo, pero si estamos de vacaciones en Escocia, una de sus ideas madres puede ser fundamental para que tengamos una experiencia turística distinta a cualquier otra. Sucede que esta mujer pensó, en 1995, en realizar una especie de ruta de belleza para pacientes que padecían cáncer dentro del territorio escocés.

Si bien por aquel entonces Maggie era completamente consciente de las pocas probabilidades de sobrevida de una persona que padece cáncer, decidió que la posibilidad de llevar adelante un recorrido turístico, podía afectar para bien el ánimo de los enfermos. A día de hoy, y como para complementar la oferta, la mayoría de los hospitales escoceses cuentan con su propio Maggie’s Centres -imagen-, en muchos casos diseñados por propios amigos de la protagonista de esta historia.

De la mano de su marido, el arquitecto y artista americano Charles Jencks, Maggie logró posteriormente que el proyecto comenzara a llegar también a otras naciones, entre las que podemos mencionar Gran Bretaña y Hong Kong, y con la particularidad de que se espera que la próxima parada del mismo se produzca, en los próximos meses, en la ciudad de Barcelona.

Cuando llegamos a un Maggie Center, lo primero que llama la atención es la hospitalidad, ya que prácticamente no se nos pregunta nada, sino que enseguida somos invitados a tomar una taza de té o de café, de acuerdo a nuestra preferencia. Luego, se nos ofrece contención psicológica con respecto a la enfermedad que podemos sufrir en carne propia o también alguna persona de su entorno cercano, siendo una manera de conocer el país y también luchar contra esta dolencia, de las más maravillosas que se conocen en el mundo.

Vía: Ocho leguas
Imagen: Maggie´s Centres

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