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Reino Unido pretende que Escocia permanezca bajo su dominio, por lo que día a día lanza amenazas para llamar la atención de los votantes y así, en el próximo referéndum, los resultados expresen la negativa de la independencia.

De esta manera, el Reino Unido anunció ayer que prevé introducir el control de pasaportes en viajes entre los territorios británicos y la posible Escocia independiente, lo que sería una nueva medida de restricción ante el país en busca de su autonomía.

En este contexto, Theresa May, ministra británica del Interior afirmó que en el caso del triunfo de Escocia por un “Si” en el referéndum de septiembre, las autoridades de Gran Bretaña modificarían de manera profunda las políticas de migración.

De esta forma, los cambios más profundos a implementar sobre una Escocia independiente tienen que ver con el fin de la libre movilidad entre Escocia y las otras tres regiones británicas: gales, Inglaterra e Irlanda del Norte.

Asimismo, la ministra aclaro durante una conferencia del Partido Conservador Escocés que con la independencia se crearían fronteras internacionales donde actualmente no las hay, lo que tendría grandes consecuencias para las personas que viajan constantemente con intención de visitar a sus familias, irse de vacaciones o viajes de negocios; como así también para la economía en términos generales.

Vía: Prensa Latina
Imagen: El Confi

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