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La Abadía de Dundrennan es un templo ubicado en la localidad escocesa del mismo nombre, cercano al territorio de Kirkcudbright (Dumfries y Galloway, Escocia, Reino Unido). El monasterio, fundado en el año 1142 por Fergus de Galloway y el Rey David I de Escocia y por la Orden de Císter quienes aportaron un estilo arquitectónico sumamente atractivo de origen romano. Allí se instalaron monjes procedentes de la abadía de Rievaulx.

Pese a que el tiempo también ha afectado a la construcción convirtiéndolas en antiquísimas ruinas, las encrucijadas del lugar son las partes que mejor se han conservado. Es un lugar recomendado para quienes admiren la majestuosidad de las antiguas construcciones, pues Dundrennan se destaca por la pureza y la sobriedad de su arquitectura, reflejando de esta manera, el austero indicado de la Orden cisterciense.

El material que predomina en su construcción es la piedra gris de tipo arenisca de gran dureza, razón que ha contribuido a que las formas originales arquitectónicas y sus moldeados se preserven aun en buenas condiciones.

Quien visite Escocia no debe perder la oportunidad de pasear por la Abadía de Dundrennan, pues no solo el arte envuelve los muros del lugar, sino también la historia que presenta María I de Escocia, quien tras la batalla de Langside en 1568 pasó su última noche en Escocia en esta Abadía, para posteriormente ser encarcelada por los ingleses. Actualmente, quienes se encargan del cuidado de la Abadía es un organismo especializado, llamado Historic Scotland.

Imagen: Flickriver

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