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El inmenso Castillo de Edimburgo en Escocia es un símbolo de majestuosidad de la capital; es una fortaleza que por su gral altura avasalla el horizonte de la ciudad desde su posición sobre el volcán de Castle Rock. Es una visita imperdible para quienes se acerquen a Escocia. Su construcción data en el siglo XII mientras que el resto de los edificiones importantes son de los siglos XVIII y XIX.

La historia que aguarda el castillo yace entre sus muros que esconden en Scottish National War Museum las joyas de la corona de Escocia y la Piedra del Destino. Sin embargo, no ha sido un palacio de la realeza desde el reinado de David I en el Siglo XII y pese a ello, aun fue una residencia real hasta la unión de las coronas en 1.603.

Desde el siglo XV, el papel del castillo fue disminuyendo y cercano al siglo XVII su función principal se inclinó a ser una base militar con una gran guarnición. De todas maneras, su jerarquía como monumento histórico se dio a partir del siglo XIX cuando desde entonces se realizaron varios programas para su restauración.

Es importante tener en cuenta el valor histórico que el sitio posee, puesto que el castillo se encontraba involucrado en muchos conflictos desde la Guerra de la Independencia escocesa en el siglo XIV. Aunque legalmente pertenece en la actualidad al Ministerio de Defensa, la mayor parte del castillo se encuentra en disposición de Historic Scotland, y es uno de los centros de mayor atracción turística de Escocia.

Imagen: Edimburgo

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