Dentro de la cultura escocesa, uno de los principales atractivos y característica de la zona es la producción de whisky.

Para quienes eligen Escocia como destino para disfrutar de sus vacaciones, no deben perder la oportunidad de probar la deliciosa bebida característica de la región hace cientos de años. Pues no en vano, el whisky escocés es el más elegido en el mundo.

Quienes habitan en la zona, al pedir en algún restaurante la bebida, no se dirigen a ella como “whisky escocés”, sino simplemente como un “escocés”, esto da idea del renombre que tiene en la región de Escocia; pues es uno de los emblemas nacionales más populares.

De esta manera, el turista debe tener en cuenta que existen dos tipos de éste, en primer lugar se conoce el “Blem”, el cual constituye una combinación de varios whiskies, como también el whisky de malta.

Es necesario saber antes de catar tales sabores, que cada destilería produce una malta característica, individual y única, la cual le otorga el toque distintivo a cada whisky. De esta manera, se hallan cuatro regiones en Escocia destinadas exclusivamente a la producción de la bebida.

Por tal razón, se propone un recorrido por Escocia hacia el Castillo de Edimburgo, que se encuentra en el centro del Scotch Whisky Heritage Centre; Amber Restaurant, en el que se disfruta también de la gastronomía típica de la zona con una increíble selección de whiskies e malta.
Y por último la Destileria Glenfiddich, que ofrece el único whisky de malta single de las Tierras Altas de Escocia, el cual se destila, produce y embotella en el propio lugar y además que brinda la oportunidad de conocer todas las fases del proceso de su elaboración.

Vía: Viajar a Escocia
Imagen: Diario del Viajero