Ya de por sí el hecho de que la Iglesia apoye a los homosexuales en cualquier iniciativa parece bastante difícil, y más todavía si el caso trata acerca de una nación europea británica como sucedió ahora con Escocia, aunque lo cierto es que esta minoría ha recibido un guiño por parte del órgano rector de la institución recientemente.
Es que como explican los distintos medios escoceses, la Iglesia nacional votó a favor de permitir que hombres y mujeres homosexuales sean ordenados como ministros, lo que significa un impresionante avance de los derechos de estas personas, que particularmente allí vienen luchando desde hace años por obtener esta posibilidad.
De hecho, todo gira en torno a la aprobación de una propuesta que permite a las parroquias liberales optar por no seguir las políticas de la Iglesia sobre la homosexualidad, de forma que quienes se manifiesten en este sentido abiertamente, accederán a los mismos derechos que las personas heterosexuales.
En este sentido, aunque preventivamente se aclara también que la decisión aún tiene que ser aprobada por presbiterios regionales antes de darle por hecho, lo cierto es que esta toma podría romper con siglos y siglos de una enseñanza más bien moral por parte de la Iglesia Católica en Escocia durante ese período.