Una de las construcciones más interesantes que podemos llegar a encontrarnos al visitar Escocia es sin dudas el denominado “Puente de Stirling”, famoso en todo el mundo por haber sido la sede de la batalla del mismo nombre, en la que se produjo prácticamente de forma definitiva, la independencia del país.
De hecho, la historia cuenta que el 11 de septiembre de 1297 las fuerzas de Andrew de Moray y William Wallace superaron en contienda bélica a los ingleses de John de Warenne, VII conde de Surrey y Hugh de Cressingham, que se encontraban en superioridad numérica, y que a partir de allí aceptaron la independencia de una nueva nación.
Entre las características particulares que se pueden mencionar de este evento bélico, bien vale destacarse que la infantería superó a la caballería, considerando el tipo de ejército que utilizaban ambas partes, y significó también la consagración definitiva de William Wallace como el mayor héroe nacional de Escocia, por lo que a los pocos metros se puede observar la estatura en su honor.
En la actualidad, el Puente de Stirling es uno de los más famosos del mundo, y un sitio donde los turistas que llegan a Escocia no quiere dejar de tomarse fotografías, por las cientos de leyendas que se han ido forjando con el tiempo en torno a la figura de William Wallace, y que a partir de allí configuran la historia misma del país.